21-Diciembre-2018 - iadb.org
¿Cómo contribuir a incrementar la productividad y mejorar las condiciones de vida de la población? En Perú , la fuerza laboral no cuenta con las habilidades que requiere el sector productivo , ya que la oferta de educación y capacitación laboral es de baja calidad y pertinencia (según la Encuesta Nacional de Habilidades del 2018 , próxima a publicarse, el 46% de las empresas enfrenta dificultades para cubrir sus vacantes). ¿Cómo asegurar que la oferta de formación para el trabajo (es decir, la oferta de educación superior técnica y/o universitaria y la capacitación laboral) está alineada con los requerimientos del sector productivo? ¿Qué son los consejos sectoriales? En países tan distintos como Australia, Corea del Sur, Nueva Zelanda y el Reino Unido, los Consejos Sectoriales de Competencias (CSC) son un instrumento clave para garantizar que la formación para el trabajo satisfaga las necesidades de los empleadores y los objetivos del Estado en cuanto al desarrollo del sistema de formación para el trabajo . Estos consejos son liderados por el sector productivo y financiados (integralmente o en parte) con recursos públicos. Comúnmente, los CSC se encargan de generar, recolectar y analizar información sobre un sector económico específico y sobre las necesidades de habilidades presentes y futuras, elaborar estándares ocupacionales , trabajar con los oferentes de formación para desarrollar cualificaciones y currículos de formación y apoyar en la ejecución de programas de aprendices . Los Consejos Sectoriales de Competencias (CSC) son un instrumento clave para promover el desarrollo de competencias. En Perú, el desarrollo de este tipo de organizaciones es reciente. En el 2016, con el apoyo del BID y un equipo internacional de expertos de distintos sectores, el Consejo Nacional de Competitividad y Formalización y los ministerios de Trabajo y Promoción del Empleo y Educación unieron fuerzas con la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía y la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú para promover el desarrollo de dos pilotos de CSC en los sectores de minería y agroexportación . Ambos pilotos se concibieron teniendo como principal objetivo definir y poner a prueba un modelo peruano de CSC. El desarrollo y consolidación de los CSC en Perú no ha sido una tarea fácil ni de corto aliento. Lograr que el sector productivo comprendiera los beneficios de los CSC y la utilidad de trabajar de la mano con el sector público en el desarrollo de las habilidades de la fuerza laboral fue un desafío. Asimismo, también fue un reto que el sector público aceptara que el sector productivo es quien debe liderar los CSC. Sin embargo, una vez superadas estas dificultades iniciales, Perú ha logrado tener éxito en la articulación público-privada de la formación para el trabajo: los CSC de ambos sectores están funcionando, y a la fecha se han elaborado más de 100 normas de competencias, cerca de 20 módulos para entrenamiento, 8 instrumentos para evaluación de competencias, un estudio de caracterización de la fuerza laboral en el sector minero y una guía metodológica para el desarrollo de CSC en otros sectores. Más importante es que estos pilotos han permitido definir el modelo de CSC de Perú, que se caracteriza por la participación central de los principales gremios sectoriales en el funcionamiento de los CSC y el apoyo financiero y técnico del sector público. Una vez superadas las dificultades iniciales, Perú ha logrado tener éxito en la articulación público-privada de la formación para el trabajo. Desarrollo de habilidades para hacer frente a la cuarta revolución industrial Si bien los resultados obtenidos en Perú son auspiciosos, quedan retos pendientes para asegurar la consolidación, sostenibilidad y correcto funcionamiento del modelo de CSC. Entre ellos, urge desarrollar un marco normativo que asegure su buen funcionamiento y que reconozca sus productos y aportes. También, es necesario poner en marcha un sistema de calidad que garantice el trabajo que realizan los CSC e impulsar la mejora y consolidación de otras piezas clave del sistema de formación para el trabajo . La irrupción de las nuevas tecnologías (y las transformaciones que estas van a generar en el mercado laboral en términos de creación y destrucción de empleos) enfatiza la necesidad de que los peruanos tengan la oportunidad de desarrollar y actualizar sus habilidades de manera continua para que se correspondan con la demanda del sector productivo. De esta forma, el país podrá incrementar su productividad y asegurar mejores condiciones de vida a su población. *Este artículo cuenta con la coautoría de David Rosas y Carlos Tovar, del BID. Carlos Tovar es consultor en la División de Mercados Laborales del BID en Perú desde 2015. Entre 2010-2012 trabajó para LMK en proyectos de préstamo y de cooperación técnica en Perú, Colombia y República Dominicana. Ha sido Director General de Gestión de Usuarios del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), a cargo, entre otros temas, del sistema de focalización de hogares del Perú. Asimismo, ha sido Coordinador General del Fondo para la Inclusión Económica de Zonas Rurales (FONIE) de dicho ministerio, creado con el objetivo de cerrar brechas de infraestructura de servicios básicos en los distritos más pobres del país. Cuenta con una maestría en Administración Pública y otra en Relaciones Internacionales de la Universidad de Syracuse, Estados Unidos, y una licenciatura en Economía de la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP).